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Centro de Transformación Global

Preparándonos juntos para un nuevo futuro




 
Aunque existen diversas formas de mirar al futuro, una manera de acercarse al futuro es enfatizar la importancia del individuo y de su libertad de elección en la construcción de su propio futuro. Y eso comienza con asumir la responsabilidad personal.

La responsabilidad personal y la libertad de elección van juntos y son elementos fundamentales de la existencia humana. Según esta perspectiva, cada individuo tiene la capacidad y la responsabilidad de tomar decisiones conscientes y auténticas que den forma a su futuro. El futuro se ve como algo que no está predeterminado o predestinado, sino que depende de las elecciones y acciones individuales.

De hecho, se podría decir que la física cuántica sirve de indicación de que el futuro es múltiple y que cada uno crea (o, mejor, cocrea) su propio futuro que es simultáneamente personal y colectivo (social.)

Como resulta obvio, se debe reconocer que la libertad de elección y la responsabilidad personal pueden generar angustia y ansiedad. El futuro, desde la perspectiva tradicional, se ve como un terreno incierto y desconocido, lo que puede generar inseguridad y temor.

Esa ansiedad puede surgir debido a la conciencia de que nuestras elecciones y acciones pueden tener consecuencias significativas para nuestro propio futuro y el de los demás. Pero precisamente tomar conciencia de las repercusiones de nuestras acciones nos obliga decidir con madurez y, por lo tanto, a tomar mejores decisiones.

Otra manera de tomar consciencia de nuestra vida es vivir de manera auténtica, es decir, vivir de acuerdo con nuestros valores y principios personales en lugar de conformarnos a las expectativas sociales o normas impuestas, algo que Saulo de Tarso (Pablo) ya les enseñaba a los romanos hace dos milenios.

El futuro, desde esta perspectiva, se ve como una posibilidad de autotrascendencia, de trascender nuestras limitaciones y alcanzar una vida más significativa y auténtica, ya no centrada en lo que somos, sino en lo que debemos y podemos llegar a ser.

Queda claro que siempre existe un nivel de incertidumbre en el futuro y la imposibilidad de predecir completamente lo que está por venir. Sin embargo, esta incertidumbre también se ve como una fuente de posibilidad y oportunidad. La falta de determinismo absoluto en el futuro nos permite influir en él a través de nuestras elecciones y acciones, y nos brinda la oportunidad de crear nuevas posibilidades y dar forma a nuestra propia existencia.

Dicho de otro modo, asumir nuestra responsabilidad personal, nuestra libertad de elección y la importancia de vivir auténticamente en relación con el futuro nos permite crear un nuevo futuro.

Y debemos reconocer la ansiedad y la incertidumbre asociadas con el futuro, pero también debemos reconocer nuestra capacidad para dar forma a nuestra propia existencia y encontrar así el significado y quizá el propósito de nuestra vida en ese proceso.

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