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Preparándonos juntos para un nuevo futuro




 
Michio Kaku, el físico visionario famoso por sus predicciones científicas, recientemente afirmó que "Pensamos que la inteligencia es saber cosas, pero la esencia de la inteligencia es ver el futuro", encapsulando una perspicaz reflexión sobre la naturaleza de la inteligencia.

En el artículo que lleva como título esa frase (publicado por BBC News Mundo el 22 de marzo de 2024), Kaku desafía nociones convencionales al enfatizar el papel crucial de la previsión en la definición de la inteligencia.

Tradicionalmente, la inteligencia ha sido equiparada con el conocimiento y las habilidades cognitivas. Sin embargo, Kaku sugiere que la verdadera inteligencia se extiende más allá de la mera acumulación de hechos; implica la visión y la configuración del futuro.

Esta perspectiva se alinea con paradigmas emergentes en psicología y ciencia cognitiva, que enfatizan la importancia del pensamiento prospectivo y la simulación mental en la resolución de problemas y la toma de decisiones.

En el corazón del enunciado de Kaku yace el concepto de anticipación. La inteligencia, en su esencia, implica la capacidad de anticipar eventos futuros, tendencias y posibilidades basadas en información e ideas existentes. Involucra la extrapolación de experiencias pasadas, el discernimiento de patrones y la proyección de resultados potenciales.

Al visualizar múltiples escenarios y sus implicaciones, es decir, al conectarse con la realidad adyacente (o con el mundus imaginalis, como diría Henry Corbin), los individuos pueden adaptarse y planificar eficazmente en entornos dinámicos e inciertos.

Además, el enunciado de Kaku subraya la interacción dinámica entre la inteligencia y la creatividad. Ver el futuro implica no solo predecir resultados, sino también imaginar posibilidades y caminos novedosos. La inteligencia creativa permite a los individuos generar soluciones innovadoras, desafiar paradigmas existentes y impulsar un cambio positivo.
En este sentido, la inteligencia se convierte en un catalizador para visualizar y realizar un futuro mejor.

Desde un punto de vista teórico, la perspectiva de Kaku resuena con conceptos en la teoría del cambio, particularmente el "proceso U" propuesto por Otto Scharmer, de MIT y del Presencing Institute.

Este marco, conocido como Teoría U, enfatiza la importancia de la presencia, un estado de mayor conciencia y receptividad a las posibilidades futuras emergentes. Al cultivar capacidades de presencia, los individuos pueden aprovechar su inteligencia intuitiva y cocrear futuros deseables.

En preparación para el futuro vislumbrado por Kaku, es esencial nutrir y cultivar la inteligencia anticipatoria. Esto implica fomentar habilidades como la previsión estratégica, la planificación de escenarios y el pensamiento sistémico. También implica cultivar una mentalidad de curiosidad, adaptabilidad y resiliencia frente a la incertidumbre y la complejidad.

A medida que navegamos el acelerado ritmo del avance tecnológico y el cambio societal, la capacidad de anticipar y dar forma al futuro se vuelve cada vez más crítica. Al activar la inteligencia anticipatoria podremos (quizá) navegar las complejidades de nuestro mundo en rápida evolución y crear un futuro que refleje nuestras aspiraciones y valores más elevados.

Para citar las conocidas palabras de Albert Einstein, "La imaginación es más importante que el conocimiento. Porque el conocimiento es limitado, mientras que la imaginación abarca todo el mundo, estimula el progreso, da a luz a la evolución".

La definición que Kaku propone para “inteligencia” es un llamado a ir más allá de la “tiranía del conocimiento proposicional” (como dice John Verbaeke, de la Universidad de Toronto) para comenzar a cultivar la inteligencia en el sentido de expandir la consciencia para abarcar oportunidades, posibilidades y realidades aún no exploradas.

 

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